A partir de que España y Portugal han reconocido la posibilidad de obtener sus nacionalidades a los descendientes de judíos sefardís, legislándolo a través de la Ley 12/2015 -cuyo plazo de solicitud ya ha finalizado- y el Decreto-Ley 30 A/2015, respectivamente, numerosos son los clientes que han sabido aprovechar la oportunidad para obtener una nacionalidad europea a través de un procedimiento más ágil y abreviado que los tradicionales.
La solicitud de la nacionalidad portuguesa por origen sefardí no solo resulta atractiva por ser expedita y simplificada, sino que también lo es por contar con muy pocos requisitos excluyentes.
En principio, cualquier persona tendrá la posibilidad de acceder a la nacionalidad, siempre que pueda demostrar fehacientemente su origen sefardí. Es decir, lo único que exige la Ley es que se pruebe el ser descendiente de un judío sefardí expulsado de Sefarad, término hebreo que hace referencia a la Península Ibérica.
A diferencia de los procesos ordinarios por los cuales se otorgan otras nacionalidades europeas, el presente:
– No exige residir en Portugal;
– No hace falta acreditar el dominio del portugués;
– No es necesario contar con conocimientos socioculturales del país;
– No requiere la renuncia de otras nacionalidades;
– No conlleva obligaciones tributarias.
La disposición de otorgar la nacionalidad portuguesa a quienes tengan orígenes sefardís (sin importar el grado generacional en el que se encuentre), es el resultado de políticas migratorias que pretenden reparar las barbaries sufridas por los judíos sefardís a lo largo de los siglos XV y XVI en la Península Ibérica y el Reino de Portugal.
Hasta 1492, numerosas comunidades judías convivían junto al resto de ciudadanos de las Coronas de Castilla y Aragón bajo el poder de los Reyes Católicos. Ese año, con la aprobación del Decreto de la Alhambra, se dispuso la expulsión de todos los judíos de la Península Ibérica. Producto de la persecución sufrida, muchos judíos sefardís se vieron obligados a migrar, siendo el Reino de Portugal uno de los lugares más elegidos como destino final donde, en principio, podrían retomar sus costumbres y practicas religiosas sin ser hostigados. Tan solo 4 años después, en 1496, los judíos que no aceptasen su conversión al catolicismo también serían expulsados del Reino de Portugal. Es así como los judíos sefardís, a finales del siglo XV y principios del siglo XVI, migran a América (México, Ecuador, Colombia, Venezuela, Argentina, entre otros) y países europeos (Reino Unido, Países Bajos, Francia, Italia, Grecia, entre otros) en búsqueda de refugio.
Hoy en día, cinco siglos después, encontramos numerosas comunidades de judíos sefardíes o descendientes de ellos diseminados por el mundo. Dado el tiempo transcurrido y los reiterados intentos de disipar la practica judía sefardí, muchas familias desconocen tener estos orígenes. En algunos casos, los apellidos son buenas señales para conocer los orígenes.
Si su apellido es Garza o Treviño y sus antepasados son mexicanos, o se apellida Chiriboga, Ribadeneira y procede de Ecuador, o se apellida Torres, Villarreal, entre muchos otros,
posiblemente tenga orígenes sefardíes y por lo tanto tiene el derecho a solicitar el Pasaporte Europeo.
Si bien el apellido es un buen indicio, para obtener la nacionalidad portuguesa por origen sefardí, la Ley exige probar el linaje a través de documentación genealógica y/o otras pruebas documentales (fotografías, testimonios, certificados y/o actas).
Actualmente ya no es posible iniciar nuevas solicitudes de nacionalidad española, toda vez que el plazo para iniciar el trámite caducó en 2019. No obstante, sigue existiendo la posibilidad de solicitar la nacionalidad portuguesa a través de este procedimiento que, por el momento, no prevé una fecha límite.
¿Qué beneficios pueden disfrutar aquéllos que soliciten la nacionalidad portuguesa por origen sefardí? Aquí detallamos algunos de ellos:
– El pasaporte portugués es el quinto más valioso del mundo, otorgando la posibilidad de acceder a 180 países sin necesidad de visados;
– Libre circulación en los 26 países integrantes del Espacio Schengen;
– Residir, estudiar o trabajar en cualquier país perteneciente a la Unión Europea;
– Emprender o invertir en la Unión Europea;
– Los familiares tienen los mismos derechos que el solicitante de la nacionalidad;
– Acceso a pensiones portuguesas y a la Seguridad Social.
Portugal presenta, de esta forma, una gran oportunidad para todos aquellos que estén interesados en obtener un Pasaporte Europeo, ofreciendo un proceso más ágil y sencillo, regido por las garantías jurídicas previstas por la Comunidad Europea.
Desde Goy Gentile Abogados los animamos a que se pongan en contacto con nosotros para poder asesorarlos y asistirlos en su proceso de obtención de la nacionalidad portuguesa por origen Sefardí.
Recomendamos no dar por sentado que no tienen linaje sefardí, pues muchos clientes piensan que no califican para el trámite y se sorprenden al encontrar orígenes sefardíes en su genealogía.
En Goy Gentile contamos con una amplia red de genealogistas especializados en la materia que estarán a disposición desde el inicio del proceso, elaborando un minucioso estudio genealógico e histórico con el fin de encontrar la raíz Sefardí de cada cliente, haciendo posible que este y su familia acceden a la nacionalidad portuguesa.
Si desea conocer más detalles del proceso, en Goy Gentile podremos resolver todas sus dudas y acompañarlos en el proceso de obtención de la nacionalidad portuguesa por origen Sefardí, gracias a la experiencia de más de 2 mil nacionalidades gestionadas, con clientes de más de 15 países.
Puede ponerse en contacto con nuestro equipo de abogados expertos, a través del correo electrónico: abogados@goygentile.com o llamando al +34 604 516 052 .